lunes, 26 de abril de 2010

Factores que Persisten en el Perú Después de la Lucha Armada Interna

Factores que Persisten en el Perú Después de la Lucha Armada Interna

(Ensayo)

La violencia sufrida en el Perú en las dos últimas décadas del siglo XX, deben ser para nosotros peruanos una lección, de cuan frágiles podemos ser ante las perversiones de un Estado sin control y ante ideologías radicales que lo que buscan es afianzar poder, pero así mismo es dable la interrogante, ¿Cuántos factores se han resuelto y cuantos otros no, para que no se vuelva a repetir esta masacre de la que todos nosotros como peruanos podemos ser nuevamente víctimas?

En lo concerniente a la reinstauración de un ente subversivo como Sendero Luminoso u otros en el Perú, este aun sigue presente como una amenaza de retorno para la población en general, si bien algunos de sus militantes y altos mandos están en prisión, siguen estando allí como una amenaza latente que pueden manifestarse nuevamente aprovechando las circunstancias de dolor que dejaron a las poblaciones golpeadas por la subversión, presas de este discurso pueden ser aquellos jóvenes que se ven desprotegidos o que no hallan oportunidades por parte del estado que aun continúan con políticas centralistas desfavoreciendo a la población rural.

Uno de los factores que propicio esta lucha interna es la pobreza, pero no es la única; en donde aquellos sectores postergados no tienen presencia del Estado y si la hay esa presencia es mínima, lo que fue y puede ser aprovechado por los grupos subversivos, así mismo aun no se ha podido trabajar seriamente en las mesas concernientes a la lucha contra la pobreza en aquellos lugares víctimas de la violencia, además que aun existen sectores marginados, invisibilizados por la premura del espacio, pueblos que al parecer dan la sensación de que están encuadrados en otra temporalidad sin oportunidades de desarrollo.

Las brechas sociales en el Perú aun siguen estando latentes, esas señales de inequidad o desigualdad se muestra con esa frase tan clara y la ves tan cruda, que dice, “en el Perú quien puede, puede y quien no, se aguanta”, trae consigo aquellas diferencias políticas, económicas, sociales y culturales que toca a nuestra sociedad, con oportunidades para unos y resignaciones para otros, así también está presente rezagos en nuestra sociedad, el alarde de grandeza de quien mas y quien menos; el cómo vas y como vienes; además de lo que vistes y lo comes; en donde pareciera claro la negación de ciudadanía para unos y la aceptación para otros, para algunos una diferencia que debe estar bien marcada, lo cual es falso; la palabra Perú parece estar de moda para jactarse de un mundo andino grandioso y esplendido con grandes logros, pero que a la vez maltrata a sus representantes, herederos de esa tradición. Donde sigue importando el apellido y el abolengo, es por tanto terreno propicio para restablecer una lucha armada y cuestionar todo esto, lo que sería nuevamente perjudicial para muchos peruanos.

El lugar más golpeado por el terrorismo es Ayacucho, donde tontamente se sindica a quien pertenezca allí, como terrorista, como si uno adivinara el lugar de desarrollo de la violencia que les toco vivir, pero de la que todos nosotros pudimos ser víctima sin aviso previo, al solo escuchar las desgarradoras escenas de dolor, no quisiéramos haber estado allí, con la manifestación de heridas tan hondas que permanecen en la memoria colectiva, heridas difíciles de cerrar, pero lo más terrible en el Perú de hoy es que el ser pobre no es sinónimo de solidaridad, sino de abuso maltrato y humillación, son todos estos factores los que muestran que podemos volver a una lucha interna que vuelva a dejar al Perú nuevamente sumido en el más profundo dolor.

Por otro lado en lo concerniente a lo político, la sensación de ausencia o falta de representación que la población siente, es tanto para los partidos políticos de derecha como para los de izquierda; así mismo los partidos de extrema están latentes que se agravan por el grado de radicalismo que tienen, en donde para unos la izquierda oficial se muestra como una izquierda consentida, y la derecha como beneficiadora solo para algunos sectores.

Se ha hablado mucho de los gobiernos militares como gobiernos autoritarios, pero el autoritarismo no solo es característica de los gobiernos militares, sino también de los gobiernos civiles y que con la ayuda militar hacen prevalecer un grado de terror en la ciudadanía, reprimiendo a todo aquel que se halle cuestionando el modo de gobierno, pero que así mismo pueden mostrar el rostro falso de una democracia representativa, ocultando la tendencia autoritaria que este puede llegar a tener.

Aquí también saltan la deficiencia del sistema judicial del que como peruanos debemos sentirnos amparados por las leyes reconociéndonos, ante todo como un país diverso, en tal sentido la aplicación de normas deben reconocerlo y darse sin distinción de etnia, lengua, religión, etc.; pero en esta materia tampoco se ha hecho mucho ya que se sigue permitiendo la discriminación en la población, esto constituye terreno fértil para aquellos grupos que buscan implantar un nuevo orden de la manera más perversa, es por tanto limitado este campo en donde queda como tarea llenar estos vacios; así mismo se adolece de una reforma estatal en la democratización del país en donde aparentemente todos somos iguales pero que en la práctica se rompe este modelo con la presencia de abuso, injusticia y represión violenta, debemos poner énfasis en la cuestión social.

Debe de presentarse mayor control por las fuerzas armadas y policía ya que estas fueron junto con la subversión agente del terror, así mismo debe estar orientada a la defensa nacional y el orden interno respetando los derechos humanos, este es uno de las graves deficiencias ya que en la actualidad la policía es gestora de autoritarismo, abuso de poder, corrupción y violaciones a los derechos humanos con claros excesos; esto requiere interés por parte del Estado y la sociedad en general para que sean sancionados con la mayor celeridad.

La situación del Perú actual es la falta de representación por parte del Estado, como ente que busca favorecer a la población, la mayor parte de esta, especialmente la rural se ve maltratada nuevamente por el Estado, que sigue reprimiendo con la más cruel violencia y violación de derechos humanos, con sucesos acaecidos en Bagua con la muerte de pobladores así como policías y lo recientemente suscitado en Islay (Arequipa) con el reclamo del proyecto minero Tía María, ya que esta desfavorecerá sus cultivos lo que daría nuevas luchas internas en donde nosotros peruanos aun seguimos siendo víctimas de un estado que está también allí amenazante a los derechos humanos.