domingo, 18 de septiembre de 2011

TRADICIÓN VS MODERNIDAD, DENTRO DE LA INDUSTRIA CULTURAL

GESTIÓN DEL PATRIMONIO Y LA LABOR DEL HISTORIADOR

(Ensayo)

Es claro hoy en día el reto de la dicotomía entre tradición y modernidad, pues nunca antes han estado tan estrechamente arraigamos y puestos de moda ambos términos uno en boga del otro, parece ser uno de los temas que más está calando en el imaginario de las personas, puesto que se presentan como términos complejos para la construcción de imaginarios en este mundo contemporáneo.

El termino modernidad se relaciona con aquello que muestra un cambio, que se puso de manifiesto o irrumpió en su forma más nítida en la Francia revolucionaria del siglo XVIII y que bajo la dominación del iluminismo situó la crítica hacia el antiguo régimen, poniendo realce en aquello que podemos entender desde el punto de la razón, el cual presenta a la tradición como las razones de nuestra ignorancia, supersticiones y prejuicios inherentes a nuestro ser y el retraso a la civilización.

Por tal la idea de lo moderno se manifiesta como aquella que lleva consigo el cambio, progreso que se muestra en una serie de movimiento e innovación incesante. La tradición por otra parte se muestra como la otra cara de la moneda parece ser entendida como la cara mala, y por lo mismo la negación de la afirmación, como tal es vista como la antítesis y entendida como inmovilismo, prejuicio, ignorancia y superstición, así lo moderno parece manifestar la idea de seducción y la tradición acercada a la repugnancia, en definitiva la tradición parece ser entendía como la ausencia de la razón y de la luz desde el punto de vista de la moralización occidental.

Pero de tal dicotomía podemos desprender que una no sería sin la otra, como tampoco podemos encerrarnos en la misma; por lo tanto el hombre ha de ser, un ser que se mueve en esta dicotomía, pareciera ser una manifestación de un ir y venir lo que denominamos como vaivenes y dentro de la misma hay una gran variedad o pluralidad; ahora bien el hombre es quien a través de su manifestación, de su historia, se orienta en el presente por lo tanto la idea de pasado no debe ni puede ser entendida como lo negativo sino como la razón de ser del hombre; por lo mismo la tradición como manifestación está llena de contradicciones y negaciones pero no solo de eso, sino también de afirmaciones, puesto que permiten orientar nuestra existencia en el presente mas inmediato, así como lo moderno está plagada de lo mismo.

Hoy en día, la idea de modernidad llega acompañada de ese términos tan complejos que son globalización e Industria Cultural, manejadas por el Capitalismo, el cual se ha manifestado en los campos más insospechables como la Cultura, así como de la educación y la comunicación, que como tal ha llegado a romper esas fronteras nacionales y que por lo mismo podemos verlos como vehículos y contenidos que lleva consigo toda manifestación del hombre, que plantean modelos de lo otro, lo foráneo realzan lo que deberíamos ser, las metas y anhelos que deberíamos mirar y seguir, si queremos ser valorados y reconocidos como sujetos en este mundo contemporáneo, desdibujando la idea de nacionalidades y de pertenencia colectiva, llevándonos a un mundo cada vez más competitivo.

De tal manera la labor del historiador parece ser la de resguardar dichos imaginarios, puesto que es quien debe tratar de limar dicha construcción o al menos mostrarla como lo que es, ya que el nuevo orden se presenta mediante este discurso, como algo naturalizado que no podemos ni debemos cambiar, que debemos vivir con ella, pero cierto es, que es una construcción del hombre y por lo mismo puede ser cambiada. Una de las características del historiador, es el de ser la persona representante depositario y portavoz, aquel que construye y maneja significaciones así como articulador de las identidades colectivas de una nación, cuando lo que en realidad se hace en última instancia no es más que política, asimismo el historiador a través del tiempo ha manifestado de una u otra manera la construcción de los imaginarios que han residido en una serie de opiniones que en algunos casos fueron del deber ser retrospectivo, o como de las imágenes idealizadas. Pero el mundo de hoy, muestra que la tarea del historiador es el de alimentar o nutrir, así como de reconocer, admitir, enfrentar antes que negar; sugerir jubilo o lamento, no es tarea nuestra, reconocer que nuestra historia está llena de vaivenes, de movimientos de ir y de venir por lo tanto su construcción debe ser como lo que fue, no como lo que debería ser.

Vivimos en un mundo cambiante, es evidente que no podemos vivir con un espejo retrovisor hacia el pasado pero podemos recordarlo cuando la ocasión lo amerita, puesto que esta nos muestra a la modernidad usando la cultura como una mercancía, como la compra venta de la misma, pero además nos muestra que toda construcción hace hincapié en la creación de identidades que dan respuesta a quien soy, identidad asumida; quien soy para los otros, identidad asignada y quien anhelo ser, identidad anhelada. Hoy en día las manifestaciones de estas construcciones de la industria cultural se muestran relacionadas a la cultura, y por lo mismo el turismo parece ser parte de esa construcción es en este campo donde se da la edificación, difusión, promoción e interpretación, de la cultura, por lo mismo juega aquí el historiador una de las tareas más osadas y significativas que permiten ser un ente de criticidad a este nuevo orden y moverse con cautela sobre el mismo, corresponde a él, manifestar la realidad sin caras o con la menor subjetividad posible, y tratar de acercarse lo más que se pueda a la objetividad.

El campo de la Gestión del patrimonio cultural requiere esa labor ardua relacionado a la cultura, a aquello que los hombres pertenecientes de un determinado territorio como seres que lo habitan y le dan vida le atribuyen ese carácter especial o el de valores específicos y que no solo deben limitarse a la manifestación de lo histórico, estético y de uso, puesto que el hombre es un ser en construcción que elabora cultura en su recorrido, pero a la vez es víctima de esta misma construcción, por lo tanto la realidad no solo se limita a dichos campos sino a una gran pluralidad de los mismos, la cultura como tal se manifiesta como la razón de ser, la razón de vivir del hombre, mas no como un lujo, sino como la necesidad que nos ayuda perdurar en el mundo, a entendernos y a poder significar nuestra existencia en el devenir de nuestras vidas.

DESARROLLO HISTÓRICO, DE TIWANAKU A CHURAJÓN

DESARROLLO HISTÓRICO, DE TIWANAKU A CHURAJÓN

El estudio de las áreas para el desarrollo andino responde antes que a un carácter cultural, a uno histórico, por lo mismo el trabajo realizado por Luis Guillermo Lumbreras quien divide el Área Andina en Extremo Norte, Área Septentrional Andina, Área Central Andina, Área Centro Sur Andina, Área Meridional Andina y Extremo Sur; cada una de estas áreas con un desarrollo histórico particular con la manifestación de diversas culturas dio un gran aporte para el estudio del mismo.

Área de Manifestación Histórica:

El presente trabajo que nos ocupa, está orientado hacia el Área Centro Sur Andina que comprende los actuales países de Perú, Bolivia, Chile y Argentina y su desarrollo histórico. Esta zona es la continuación de una zona desértica, entendía como el desierto de atacama, teniendo en cuenta que se entiende por desierto aquella zona que se caracteriza no por su vegetación sino por la ausencia de precipitaciones y como en este medio inhóspito es el hombre quien frente a las circunstancias que se presentan, dan origen a una diversidad de manifestaciones históricas.

Sedentarismo; Domesticación de Plantas y Animales:

A partir de estos instrumentos y el conjunto de innovaciones dadas por el sedentarismo se manifiesta un conjunto de transformaciones derivadas en la innovación de los cultivos lo que mejora las condiciones de vida del hombre, el crecimiento de la población juega un papel importante en la revolución neolítica, con ello la disponibilidad de la fuerza de trabajo aumenta provocando cambios en la sociedad misma ello no hubiera sido posible si el hombre no hubiera hecho cambios en sus instrumentos de producción llegando a un arcaico o periodo inicial, el hombre transforma la naturaleza, los animales a su disposición fueron intervenidos y manipulados de silvestres a domésticos, las consecuencias que ello trajo fue por de un lado la disponibilidad de productos alimenticios, la disponibilidad de fibra para un desarrollo textil así como la disponibilidad de un medio de transporte; de lo mismo se puede llegar a precisar que tal grado de domesticación se manifiesta no solo en la diversidad de coloración de la fibra sino también la finura de la misma.

La domesticación de los animales solo se logra, con la intervención en la reproducción de los animales, lo que antes debió requerir un conocimiento empírico, un grado de observación tan complejo, para poder recrear los espacios de habitad de dichos animales, interviniendo no solo en su conducta biológica sino también somática, esta ardua tarea no es simple, sino compleja, por lo mismo esta pasa por varios estadios antes de la domesticación, el cual que comprende la caza, captura, amansamiento manipulación de la reproducción en la preñez, y finalmente la domesticación del animal.

Pero además de la domesticación de los animales se halla también la domesticación de las plantas la que requiere de una manipulación más práctica, depende esta de las condiciones ambientales que son la temperatura, la humedad, el suelo con la observación, la selección de las semillas, recolección, manipulación, para pasar finalmente a la domesticación.

Pre - Cerámico:

Otra de las características del área centro sur andina es la presencia de una gran cantidad de valles que se hallan a diferentes latitudes presentando una división del valle en litoral, vale bajo, valle medio, y valle alto

En el pre cerámico se emplearon algunos alimentos, hierbas, frutos silvestres, raíces, madera, conchas, piedras; los cuales sirvieron al hombre como instrumentos de producción así como también en su ritualidad, siendo esta de un alarga tradición que parte del pre cerámico y continua hacia adelante; Iván Muñoz afirma que en la costa del continente americano los rituales funerarios se remontan hasta una temporalidad de 9000 años para lo cual emplearon totora y junquillos para cubrir los cuerpos, asimismo a partir del periodo formativo y en general la ofrendas contenidas en los entierros incluyen productos agrícolas y según su jerarquía los productos acompañan el cuerpo.

Formación del Estado:

La parte meridional del Perú así como la zona septentrional de Chile destacan por sus valles de Lluta, Azapa, Chaca, Camarones, etc.; lo que explicaría del porqué de los asentamientos cercanos a la costa, una vez lograda la adaptación agrícola a partir del 200 a c y la integración de las tierras altas y bajas del pacifico el trabajo agrícola paso a ser fundamental en el devenir histórico en las poblaciones aldeanas de los valles.

Ello lleva a la acumulación de los excedentes de producción a la vez que el paso hacia el periodo aldeano lleva consigo el cambio de instrumentos de producción los instrumentos empleados en periodos anteriores mejoran, por lo mismo habrá un cambio en la obtención de los mismos productos estos cambios se verán reflejados como ya se dijo en los excedentes de producción siendo esta la fuente de riqueza de las poblaciones ocasionando además el surgimiento de grupos sociales ante esta manifestación va cobrando importancia el sacerdote con la manifestación de una gran boato de dioses andinos, de esta manera ya no es el hombre quien por si solo puede llegar a la deidad, sino que ahora, aparece un cuerpo especializado ahora el intermediario entre el hombre y la deidad, es el sacerdote, apareciendo la dualidad entre (sacerdote – culto) por lo mismo los pueblos que en tiempos anteriores se hallaban dispersas ahora se hallan cerca de los centros ceremoniales, de esta manera se da también la manifestación de la cerámica, textilería, agricultura, son estas relaciones sociales las que establecerán jerarquías y el intercambio dentro de la sociedad.

Para el área andina los desarrollos históricos dan origen a la manifestación de dos culturas que coexisten en temporalidad pero que son distintas en cuanto a su proceso histórico por lo mismo será también distinta la manifestación y distribución de su poder; para el Área Central Andina se da la manifestación del imperio Wari; mientras que para el Área Centro Sur Andino se halla la manifestación del estado Tiwanaku; la expansión de Wari responde a desarrollos más tempranos como Chavín, Paracas, Nazca; reconociendo más en él, un estado imperialista porque estructura su modelo económico, político y social a través de la coerción, haciendo uso de la guerra y la fuerza, expandiendo su carácter estatal imperial estructurándose a través de centros o ciudades los cuales no solo se limitan a la concentración de grandes cantidades de personas sino también a las relaciones socioeconómicas que son la producción, distribución, cambio y consumo de los bienes, además el deleite de servicios, que se manifiesta por ejemplo en el abastecimiento de agua para dichos centros, era necesario por tanto la elaboración de canales de agua a disposición de los habitantes, así como caminos que permitan el desplazamiento de sus guerreros.

Lo concerniente a la difusión del carácter ideológico de Tiwanaku aún no han sido tomadas en cuenta puesto que se ha hecho hincapié en el carácter económico, pero por lo mismo el carácter de expansión de de un estado reviste también un carácter ideológico político interregional. Por lo mismo esta se basa en una iconografía estandarizada y patrocinada por el estado que se encuentra predominantemente en esculturas de piedra y artefactos portátiles de tal manera que la litoescultura está confinada casi exclusivamente al núcleo mientras que los artefactos portátiles cerámica, textiles, cestos y una variedad de objetos de metal, madera y hueso se hallan ampliamente distribuidos en los andes Centro Sur además de estar presente también en el centro político.

Tiwanaku es más la representación de un Estado su expansión responde a una difusión más pacifica que reviste un carácter ideológico – religioso; el cual es una propuesta de José Berenguer ya que es quien sostiene que la integración del estado arcaico de Tiwanaku, son de naturaleza “casi exclusivamente” ideológicas.

Iconografía Tiwanaku:

Uno de los trabajos elaborados bajo esta misma hipótesis es la que hacen los autores Mauricio Uribe Rodríguez y Carolina Agüero Piwonka, con lo referente a la iconografía de Tiwanaku. Los autores hacen una revisión de la escultura Tiwanaku que se halla en el núcleo (altiplano) y otra con lo referente a su periferia con el impacto de Tiwanaku que responde al extremo sur de Perú, el centro sur de Bolivia y el norte de chile.

Entre los elementos analizados para el caso del altiplano, se hallan la Portada del Sol y de la Luna, Dinteles de Cantatayita y Calle Linares Estatuas o Monolitos de Ponce y de Bennet, Kochamama, Ídolo Plano, Estatuilla de Puno y del Sol además del Receptáculo Lítico de Ofrendas. Entre los elementos periféricos se hallan prendas, vasos, tabletas, metales, tocados y artesanías.

Por lo mismo es Tiwanaku, quien a través de dicha iconografía y parafernalia, la que estructura su poder con la legitimación de dichos elementos a través de su difusión el cual no se presenta de manera tajante sino que lo hace de manera pasiva y lenta integrando elementos anteriores y generando una interacción de la cultura altiplánica, ello permite manifestar a través del tiempo la hegemonía de la elite de Tiwanaku.

Entre los elementos anteriormente mencionados que vienen a ser los soportes para la iconografía se manifiesta la integración de tres temas que varían en el tiempo y así mismo varía de unos soportes a otros. Dichos temas son el personaje frontal, los personajes de perfil, y una plataforma denominada por los autores como banda faja, estos temas se hallan ordenandos de manera jerarquizada y que van evolucionando a través del tiempo, el primero de estos temas se destaca del resto por portar objetos en las manos, la presencia de su tocado, sus adornos y su posición sobre un pedestal; el segundo tema presenta una tradición mucho mas de antaño llegándose a enlazar con Pukara presenta una visión lateral de la cabeza, casi siempre están con dobles opuestos no idénticos; y el tercer tema la banda faja de donde destaca elementos geométricos y biomorfos actúan como plataforma, presentándose como una faja zigzagueante. En la manifestación de los soportes el personaje central va cobrando mayor importancia y va dejando relegada al otro tema que son los personajes de perfil, va manifestándose su jerarquía a través del tiempo.

Relaciones Económicas de Tiwanaku Centro – Periferia:

Todo ello nos lleva a suponer que mediante esta parafernalia Tiwanaku o la elite de la misma exponen en los soportes la formación de un estado legitimado por su iconografía que le van a dar importancia como centro articulador; se crea en esta además la necesidad de una complementariedad de recursos que serán suplidos por la periferia, en esta articulación entre la dualidad de centro - periferia es una interrogante latente la manifestación de las relaciones socioeconómicas, con lo referente a la producción, la distribución cambio y consumo de los bienes entre los mismos y es aquí donde entra la hipótesis que mas a calado para el Área Centro Sur Andino; que es lo manifestado por Jhon Murra sobre el control vertical, pero ¿cuánta data es la que presenta dicha estrategia económica y a que contextos sería aplicable? dicho de otra manera este tipo de estrategia económica no se presenta de noche a la mañana como lo manifiesta el autor Agustín Llagostera quien a través de una lectura diferente con respecto a los retos arqueológicos encontrados manifiesta que existe en dicha manifestación una diacronía como todo proceso quien lo expone de la siguiente manera:

En una primera etapa, paralelo a un desarrollo en la costa de los valles occidentales grupos de poblaciones se asientan entre los 2500 a 3500 msnm en los valles de Lluta, Azapa, Vitor, Camarones, etc., surgiendo ellas en el horizonte medio (500 – 1000 d c) el atractivo de esta altitud es la posibilidad de cultivar productos de media altura además de la crianza de ganado lo que lleva a contar con una economía mixta y una mejor disponibilidad de recursos.

Por lo tanto se ha llegado a identificar entre 25 poblados importantes en esta determinada altura, el intercambio de productos para esta zona no estuvo exenta por lo mismo el registro de ella queda en el intercambio de cerámica dado a través de una complementariedad de recursos, que es distinto al control vertical, intercambiando productos bajo principios de reciprocidad y redistribución una complementariedad de comunidades distintas llegando a un especie de dualidad entre comunidades a través del vínculo del matrimonio con el fin de formalizar protocolos.

En un segunda etapa lo característico es la manifestación de fortalezas, originado a la caída de Tiwanaku en donde la superestructura del Estado Tiwanaku queda afectada irreversiblemente, por lo mismo la `presencia de las fortalezas manifiestan un clima de conflicto en tal circunstancia el altiplano se encuentra carente de un soporte de la macro red interactiva para abastecerse de productos complementarios; la búsqueda de lugares estratégicos para la obtención de productos es un tema primordial por tanto la manifestación e irrupción del altiplano en otras zonas queda plasmada en la construcción de chullpas, modificación de arquitectura, y un considerable aumento de ocupación. Estos hechos según el autor han quedado plasmados en un cementerio de la época donde un tercio de la población presenta tanto traumas como heridas adquiridos en enfrentamientos

Este hecho que va con lo referente a la caída de Tiwanaku como centro articulador la interpretación para algunos autores es el de un empobrecimiento cultural o de decadencia en momentos pos - Tiwanaku, pero parece ser más la manifestación de profundos cambios y una restructuración sociopolítica del momento además de la instalación de una cooperativa en manos de guerreros más que lideres chamánicos, un claro interés de defensa mediante la guerra antes que el de un boato de sacerdotes.

En una tercera etapa se manifestaría, el denominado control vertical, la hipótesis planteada por Murra, fue instaurado mediante el empleo de enclaves óptimos obligando a mantener instalaciones usurpadas además la de la expansión de de tierras de cultivo, pero así mismo los centros altiplánicos no se desarticularon, por el contrario optaron por mecanismos de cohesión y de articulación entre los mismos dando lugar a los denominados señoríos, donde la característica del control vertical es el intercambio de productos dado a través de los miembros de un mismo grupo étnico que se hallan dispersos en diferentes pisos ecológicos con el fin de diversificar su producción.

Desarrollos Post – Tiwanaku:

Churajón:

Ante la inevitable decadencia de Tiwanaku alrededor del siglo VII d.C. Tiwanaku comienza a perder control hegemónico de los valles occidentales y en tal sentido, empiezan a manifestarse culturas regionales de donde en temporalidades pasadas Tiwanaku mantuvo el control de los mismos, entre las cuales podemos mencionar Maitas en los valles de Arica, Chiribaya en los valles de Moquegua, Churajón en el valle de Arequipa, de manera inicial a la decadencia de Tiwanaku estos grupos se sustentaron en la antigua tradición Tiwanaku, pero poco a poco fueron haciéndose de una estructura ideología propia.

La presencia de relaciones en la zona norte de Chile responden a dos tradiciones, una emparentada al altiplano y otra emparentada y relacionada a los valles occidentales del sur del Perú. Una clara manifestación de dichos señoríos es lo concerniente a Chiribaya; la presencia en la cuenca de Osmore ha sido vista y tomada en las últimas décadas como una zona de contacto entre serranos y costeros, el interés por esta zona ha permitido reunir restos arqueológicos como cerámica, tejidos, plantas y hasta restos de humanos y animales.

Por otro lado Churajón es otra de las manifestaciones posteriores a Tiwanaku, El Dr. Alfredo krober en 1942 al visitar el museo arqueológico de la UNAS, es quien desde ya advertía que la cerámica tanto Chuquibamba como Churajón son enteramente diferentes, como ya vimos ambos desarrollos históricos son distintos, el caso de Chuquibamba responde a Wari, mientras que el de Churajón responde a Tiwanaku.

Existen muy pocas fuentes históricas documentales referentes a la cultura Churajón, pero asimismo existen evidencias arqueológicas que demuestran la importancia del lugar, entre las fuentes documentales que cita Paúl Alvarez Zeballos, se hallan las descripciones hechas por los españoles al arribar a estas tierras refiriéndose a pueblos de origen aimara así como uros, el mismo autor cita a Marco Jiménez de la Espada, con su obra Relaciones Geográficas de Indias donde se hallan datos referentes a Arequipa hechos por: Juan Lorenzo Machuca en una carta en potosí el 8 de noviembre de 1581 quien dice: “el repartimiento de los herederos de Lucas Martínez Begazo es jurisdicción de la ciudad de Arequipa y tendrá como 2000 indios aimaras y más de 1000 indios uros pescadores en el dicho distrito”

El mismo autor refiere, que el principal dato histórico fue la anotación manuscrita del indio Juan Huaranca, anotada en el libro titulado Gobierno de lo Regulares de América por el padre Joshep Parras, este libro era propiedad de la “familia Palomino” de Polobaya y que posteriormente fue donado a monseñor Leónidas Bernedo Málaga, la mencionada anotación sirvió de guía para el descubrimiento de las ruinas del complejo arqueológico de Churajón.

De lo mencionado, anota: “Pueblos que existían Antiguos Puluguayas, El Churajón llamado hoy “La Huaca” por los Españoles. El Puluguaya que está frente a este pueblo. El Uactalacta cerca de Pocsi, todos estos pueblos fueron gobernados por el gran cacique de Churajón. El último cacique de este pueblo fue Sacrun el cual fue vencido por los indios venidos del Titicaca. La pelea tuvo lugar en Nawan, hoy Ozuña. Después el imperio quedo en ruinas. Polobaya, marzo de 1861. Juan Huaraca”.

Otra cita saltante hecha por el autor, es la anotación en la cual corresponde a francisco Gámez, agrimensor público que realizo una partición y tasación de tierras pertenecientes al señor Tomas Adrián en el año de 1795 quien dice los terrenos eriazos se regaban antiguamente con la superabundancia de aguas de los campos de la Huaca.

El conjunto arqueológico de Churajón fue descubierto en el mes de abril del año de 1931 por monseñor Bernedo Málaga; el nombre de Churajón como afirma Máximo Neira se debe a un cerro que lleva dicho nombre y que los arqueólogos desde 1931 la utilizan para nombrar a todo el complejo prehispánico.

La ubicación de dicho complejo arqueológico se halla a 60 km al sureste de Arequipa y se podría decir que también abarca parte de Moquegua; se halla con una latitud de entre 16º 32’ / 16º 45’ y una longitud oeste de entre 71º 15’ / 71º 22’ y una altitud de entre 2700 y 3400 msnm

En cuanto a su topografía podrimos decir que presenta una geografía montañosa y accidentada con presencia de barrancos; tiene una vegetación típica de las regiones semidesérticas y está constituida por gramíneas, arbustos y diferentes tipos de cactáceas.

El límite norte del mencionado complejo la forman las ruinas de Maucallacta cerca de Polobaya, en dirección sur las evidencias arqueológicas desaparecen aproximadamente a la altura de la quebrada Amarcanqui a 4 km al sur del santuario de Chapi, el limite por el lado occidental está definido por la carretera Arequipa santuario de Chapi, y el limite oriental está marcado por las laderas de la cadena de los cerros localizados al lado izquierdo de la quebrada denominada Corabaya / Tasata, es decir dentro del departamento de Moquegua.

Churajón está formado por núcleos urbanos administrativos, redes de canales, reservorios, cementerios, caminos y terrazas agrícolas con un total de 3,000 hectáreas, constituyendo un centro de desarrollo en el Sur del Perú, el núcleo principal de este Complejo Arqueológico es el Centro Administrativo Religioso de Churajón, estando conformado por otras áreas sub – urbanas, como explica Józef Szykulsky: Parasca, Cerro Torre Ccasa, Santuario de la Luna (cerro Choquellampa) y Gentilar, todos relacionados al núcleo principal. En la región Arequipa existían antiguos poblados dispersos en las cercanías de las riberas del río Chili y la campiña Arequipeña como: S´onkonata, Pillo, Yumina, Kasapatac, Pampa la estrella y Tambo de León (Chiguata). Todo el grupo Churajón en general tenía un mismo idioma “el Puquina”, compartiendo una determinada forma de vasijas e iconografía, así como una arquitectura, y patrón urbano típico.

Pero asimismo es menester afirmar que el complejo arqueológico de Churajón fue ocupado por los conquistadores españoles por varios años lo cual se demuestra con evidencias arqueológicas halladas en el complejo Churajón los cuales responden a la época colonial posterior a la erupción del Huaynaputina, fue una zona visitada y recorrida por los mismos conquistadores quienes dieron información que posteriormente sirvieron para que el gobernador Francisco Pizarro para que posteriormente encomendara indios y repartiera tierras entre sus pares.

Lo que salta a la vista del complejo arqueológico, son las miles de hectáreas de terrenos montañosos cubiertas de antiguas ruinas y terrazas agrícolas con presencia de reservorios y canales, de tal forma que tanto el patrón arquitectónico así como el material arqueológico recuperado en el lugar confirman que se trata de evidencias relacionada con el Periodo Intermedio Tardío, el cual se proyecta hasta el Horizonte Tardío las actividades humanas realizadas en las ultimas épocas prehispánicas modificaron drásticamente el terreno tal es el caso del trabajo realizados por los mismo, en el lugar como nivelación, construcción de terrazas, sistemas de irrigación, de tal forma que al dejar restos de su presencia, borraron también la mayoría de vestigios de ocupaciones anteriores por lo tanto la reconstrucción de evidencias culturales anteriores al Periodo Intermedio Tardío, al pre - cerámico y formativo se basan en escasas evidencias conservadas en las eminencias y partes bajas de los cerros y las quebradas del lugar.

En cuanto al patrón arquitectónico del lugar responde a una homogeneidad en su estructura así como en su localización y organización del espacio además la tecnología empleada en la construcción de sus edificios

Destacan asimismo, los centros habitacionales fortificados localizados sobre los cerros a ambos lados de las quebradas Segacine y Carabaya / Tasata, entre estas dos áreas urbanas las más extensas están denominadas como: Centro Administrativo Residencial, Torre Ccasa, Gentilar, Mollebaya, Parasca, Wratislavia. Dentro de las denominadas áreas habitacionales existen rampas, edificios, patios y otras estructuras con muros que logran alcanzar una altura de hasta 3 metros. La forma más típica de la composición del conjunto es la estructura a la cual se le denomino como la kancha, que es un grupo de estructuras rectangulares las cuales se hallan dispuestas alrededor de una plaza central. Los trabajos realizados en Churajón confirman que los edificios fueron cubiertos con techos de paja o caña a dos aguas.

De manera adyacente a los centros sobre las plataformas localizadas se hallan las necrópolis constituidas por tumbas subterráneas en forma de pagos y por chullpas, los cuales son torres sepulcrales estas se hallan construidas en piedra y adobe.

Por otro lado las terrazas del lugar presentan en su interior un sistema de muros y drenajes que refuerzan estas construcciones, las cuales protegen a las mismas de las lluvias torrenciales.

Los datos tanto arqueológicos como arquitectónicos permiten afirmar que tanto Churajón como Maucallacta fueron construidos probablemente en una sola fase de construcción bien planificada pero que para el caso de Churajón fue modificada y ampliada.

Cabe destacar que el especifico patrón arquitectónico del conjunto, además de las partes elegidas para la construcción de andenería agrícola; sugieren que toda el área Churajón formaba una unidad política y económica.

Otra de las características de Churajón es su localización en cuanto a los centros habitacionales sobre cumbres y el carácter defensivo, es una clara respuesta a una sociedad frente a una situación geopolítica complicada.

El surgimiento de los nacientes valles y oasis occidentales hallados en poder de los altiplánicos, tras una etapa de desarrollos regionales; surge el advenimiento del imperio incaico, la expansión Inca (1450 -1500dc) dado que las primeras anexiones al poder del Cusco fue la región altiplánica las islas occidentales quedaron incorporadas también al imperio puesto que ya se tenía control sobre el centro en tal sentido las colonias quedaban también anexadas al mismo imperio.

Lengua Puquina

Uno delos autores que mejor habla de la lengua puquina es Waldemar Espinoza, este autor informa de la particularidades de una lengua, por tanto afirma que es la lengua la que nos otorga información de los significados tanto reales como imaginarios, así para el designio de animales, plantas, e incluso lugares, de esta manera entre las etnias que se hallaban asentadas en lo que hoy conocemos como Arequipa donde se hablaban tres idiomas importantes, el aimara el quechua y el puquina, mucho se ha tocado el tema del idioma quechua y el aimara para la parte centro y sur del Perú, pero cabe recalcar que no son las únicas por la presencia de otras lenguas locales de acuerdo a la distribución espacial y de importancia socioeconómica de sus hablantes.

Rodolfo Cerrón afirma que la ordenanza dada por el virrey Toledo en Arequipa el 10 de septiembre de 1575 otorgando indirectamente el estatuto de lengua oficial a dichas entidades con efectos para la evangelización

La importancia del puquina devenía en épocas de la llegada de los españoles se tornó como una de las lenguas en claro proceso de desintegración El Dr. Galdós Rodríguez plantea que las áreas ocupadas por los Uros Y Puquinas eran bastante diferentes lo mismo que sus lenguas, conocemos el puquina como explica el autor por un catecismo redactado en esta lengua, por tanto los centros culturales próximos como los de Churajón, Puquina, Arequipa es Tiwanaku quien le imprime su color rojo en negro y beige.

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11.-GALDOS RODRÍGUEZ, Guillermo; “El Puquina y Lo Puquina”

12.- GUILLERMO LUMBRERAS, Luis; Arqueología de la América Andina; Milla Batres; paginas, 278

13.-NEIRA AVENDAÑO; Máximo y otros; “Historia General de Arequipa”; Fundación Bustamante de la Fuente; paginas, 824

14.-SZYKULSKY, Józef; “Prehistoria del Sur Peruano”

15.-LOZADA, María Cecilia y. BUIKSTRA, Jane E.; “El Señorío Chiribaya en la costa sur del Perú” instituto de estudios peruanos ; paginas 200

16.-KLAUER, Alfonso; “El Mundo Pre – Inka”; Los Abismos del Cóndor tomo II 3era edición; Paginas 321

17.- ALVAREZ ZEBALLOS, Paúl Jofrey; Tesis de Investigación Arqueológica presentada por el Bachiller; Para optar el Título Profesional de: Licenciado en Arqueología; La Arquitectura y la Distribución Espacial del Poblado Prehispánico de Parasca (Polobaya) Arequipa; Universidad Católica de Santa Maria; paginas 191

18.-BERENGUER, José Tiwanaku, “Señores del Lago Sagrado”